Cocina Terapéutica: cuando la ciencia, la naturaleza y la intención se encuentran en el plato
- Amesvida Editor Central
- Jul 25
- 4 min read
Es un placer volver a encontrarnos en este espacio del CafĆ© Virtual AMESVIDA, un encuentro que nos invita al diĆ”logo significativo alrededor de los pilares de la medicina del estilo de vida. Hoy nos sentimos profundamente agradecidos por tener como invitada a una mujer admirable: Silvia Luz JimĆ©nez, quĆmica farmacĆ©utica, experta en plantas medicinales, docente, investigadora, y pionera de la Cocina TerapĆ©uticaĀ en Colombia, desde el Programa de Ciencias Culinarias de la Universidad de Antioquia.
AdemÔs de ser una gran amiga y compañera de camino para muchos de nosotros, Silvia nos comparte su valioso conocimiento sobre cómo la cocina puede convertirse en un verdadero acto terapéutico, mÔs allÔ de lo nutricional. ¿Cómo se unen la ciencia, las plantas y la cocina? Esta conversación nos lo revela.
El encuentro con las plantas medicinales
Silvia nos cuenta que fue en su formación como quĆmica farmacĆ©utica donde se enamoró del mundo silencioso de las plantas. āLas plantas son fĆ”bricas de metabolitos secundarios con actividad farmacológicaā, explica. Estos compuestos, lejos de ser anecdóticos, han sido validados cientĆficamente por sus efectos terapĆ©uticos.
āMe cautivó ese callado mundo quĆmicoā, nos dice. AsĆ nació su vocación por hacer visible este conocimiento ancestral, ponerlo al servicio de la salud, y traducirlo en prĆ”cticas cotidianas a travĆ©s de la cocina terapĆ©utica.
¿Qué es Cocina Terapéutica?
AquĆ viene la gran diferencia: una cocina saludable se basa en ingredientes ricos en nutrientes esenciales ācarbohidratos, proteĆnas, lĆpidosā los llamados metabolitos primarios. La cocina terapĆ©utica, en cambio, se fundamenta en plantas medicinalesĀ y en tĆ©cnicas especĆficas para extraer y preservar sus principios activos: los metabolitos secundarios, como alcaloides, flavonoides, aceites esenciales, terpenos, entre otros.
Silvia es contundente: āSi no se hace una adecuada extracción, se pierde el potencial terapĆ©uticoā. Por eso, este tipo de cocina exige conocimiento tĆ©cnico y propósito claro. No se trata solo de usar plantas, sino de utilizarlas correctamenteĀ y con una intención terapĆ©utica consciente.
Ciencia, técnica y emoción
āCocinar con intención cambia el resultadoā, nos recuerda Silvia. Aunque el impacto emocional de cocinar con amor puede ser difĆcil de medir, cuando se cocina con una intención terapĆ©utica clara, se define un objetivo: aliviar, prevenir, cuidar.
AdemĆ”s, la tĆ©cnica sĆ importa. Por ejemplo, en el caso del ajo, si se agrega directamente al agua hirviendo o al arroz sin sofreĆrlo, se pierden sus aceites esenciales activos. En cambio, al sofreĆrlo suavemente en aceite antes de incorporarlo, se activan sus beneficios: es antihipertensivo, antisĆ©ptico y ayuda a reducir el colesterol. Lo mismo ocurre con las tisanas: si no se tapan tras verter el agua caliente, los aceites esenciales volĆ”tiles se evaporan, perdiendo el efecto terapĆ©utico.
Seguridad y precauciones: No todo lo natural es inocuo
Un punto clave de esta conversación fue el tema de la seguridad en el uso de plantas medicinales. āNada es veneno, todo es veneno, todo depende de la dosisā, citó Silvia, recordando a Teofrasto. Las plantas medicinales sĆ tienen efectos secundariosĀ y pueden interactuar peligrosamente con medicamentos, especialmente en pacientes con polifarmacia.
āEl ajo, por ejemplo, no debe consumirse junto con anticoagulantesā, explicó, ya que puede potenciar su efecto. Por eso, el acompaƱamiento del mĆ©dico y el conocimiento del farmacĆ©utico son esenciales.
Silvia hace un llamado a que este saber forme parte del currĆculo mĆ©dico y de salud pĆŗblica, como ya ocurre en paĆses europeos. Y recuerda que hay mĆ”s de 160 plantas aprobadas en Colombia con evidencia clĆnica, que podrĆan integrarse en la atención primaria en salud.
Plantas favoritas y casos ejemplares
Entre las plantas que recomienda, Silvia destaca:
Ajo: Hipocolesterolemiante, antihipertensivo, antisĆ©ptico. Ćsalo siempre en sofrito.
CalĆ©ndula: Cicatrizante, regeneradora, ideal para piel y mucosas. Llamada āla maravillaā desde la Roma antigua.
Aloe vera (penca sƔbila): Su gel es regenerador epitelial, usado incluso en contextos hospitalarios para quemaduras.
Tisanas bien preparadas: Cuando se tapan durante la infusión, conservan sus aceites esenciales y propiedades digestivas, antiespasmódicas, relajantes o respiratorias.
Una semilla para sanar: retomar el conocimiento ancestral
Uno de los mensajes mÔs potentes que deja esta conversación es la urgencia de rescatar el conocimiento popular y ancestral sobre las plantas, antes de que se pierda. Silvia nos invita a que la cocina terapéutica sea solo el comienzo, una semilla que prospere en un terreno abonado de curiosidad, respeto por la naturaleza y ciencia aplicada.
Ya existen diplomados, cursos y recursos como el libro Cocina TerapƩutica, que buscan precisamente democratizar este conocimiento y devolverle su lugar a las plantas en la mesa y en la vida.

En un mundo que busca reconectar con lo natural, lo sostenible y lo saludable, la cocina terapéutica nos recuerda que cuidarnos también es cocinar con intención, conocimiento y respeto por las plantas.
Gracias a Silvia Luz JimƩnez por recordarnos que la salud tambiƩn puede empezar en la cocina, cuando sabemos lo que estamos haciendo y por quƩ lo hacemos.
¿Te interesa este enfoque?Descarga el libro Cocina Terapéutica y atrévete a transformar tu cocina en tu primer consultorio terapéutico.